Los asuncionistas son sacerdotes que viven en comunidad, pero sin clausura, que se rigen por la regla de San Agustín. Unen el ideal de la vida monástica a la práctica del apostolado en todas las formas más modernas.
Esta congregación religiosa clerical fundada en el año 1845 en Francia es de derecho pontificio.
El padre Emmanuel d'Alzon es su fundador. Mezclado en los acontecimientos de su época se esforzó en realizar la unidad de los católicos, que entonces estaban muy divididos, y trabajó en recristianizar las instituciones para devolver a la Iglesia las masas extraviadas debido a los desórdenes promovidos por la revolución.
Luchó por la libertad de enseñanza y fundó numerosos colegios para niños pobres, casas que son al mismo tiempo pequeños seminarios diocesanos y escuelas.
Además también lanzó la idea de los institutos católicos e intervino en el origen de los movimientos actuales de acción católica.
Las constituciones de la Orden fueron aprobadas en forma definitiva por Roma el 30 enero 1923. Las Hermanas de la Asunción fue fundada por uno de los asuncionistas de la primera hora, el padre Pernet.
El nombre completo de la congregación de los Asuncionistas es Agustinos de la Asunción. El 1 de enero de 1857 recibió la primera aprobación, y el permiso definitivo se concedió el 26 de noviembre de 1864.
Esta congregación no sólo reúne a hombres, sino que también a mujeres bajo el nombre de Religiosas de la Asunción.
Los asuncionistas tienen como carisma principal centrarse en Jesucristo, Verbo Encarnado, y trasmiten su amor a la Iglesia evangelizando y extendiendo el Reino de Dios, realizando investigaciones teológicas, misionando en el tercer mundo, realizando obras de promoción humana, de juventud, fomentando nuevas vocaciones sacerdotales y peregrinando.
Además colaboran con las iglesias, practican la vida común y la fraternidad, amando los valores humanos como la humildad y la cordialidad.