El término catequesis es utilizado en el catolicismo desde los comienzos del cristianismo para definir las enseñanzas de fe que les dan los apóstoles y seguidores de Jesús a los aspirantes o nuevos miembros que desean iniciarse en la fe de la Iglesia católica.
El origen de la catequesis se inicia en los primeros tiempos de la Iglesia Católica, donde la catequesis se daba antes de que la persona recibiera el bautismo, ya que en esos tiempos era abundante la cantidad de adultos que tenían fe y querían ser seguidores de Jesús. Este período era denominado catecumenado
La catequesis era la preocupación de los apóstoles, una de las más apremiantes, que debían cumplir de la palabra de Cristo: "Enseñad".
Desde un principio la enseñanza apostólica debió, aún buscando su camino, doblegarse a las circunstancias y adaptarse al carácter de aquellos a quienes estaba destinada, existiendo un programa destinado a los judíos y otros dirigido a los gentiles.
Para los descendientes de Moisés la cuestión era saber si Jesús era verdaderamente el Mesías anunciado en la escritura, mientras que para los paganos, había que sustituir los innumerables ídolos que representaban las fuerzas de la naturaleza por la idea del Dios único.
A partir del siglo III con la institución del catecumenado, la catequesis se convirtió en una enseñanza organizada, con los grados correspondientes de primario, secundario y superior, según se tratase de iniciar a un ignorante, un candidato teniendo ya algunas noticias de doctrina cristiana o un espíritu naturalmente culto.
En ese entonces el que debía ser bautizado pasaba varios exámenes: uno que le permitía llegar a la categoría de catecúmeno, el otro que acababa el período de su aprobación, y un tercero destinado a admitirle entre los competentes, último período antes de recibir el bautismo.
En la actualidad existen tres tipos de catequesis, que tienen que ver con la preparación para los sacramentos del bautismo, de la comunión y del matrimonio