Clausura monastica, ordenes religiosas, religiosos

Publicado julio 16, 2014 y escrito por Laura

La clausura es el recinto cerrado que impide la entrada a las personas que vienen del exterior, y es también, desde el punto de vista jurídico, el conjunto de reglas que garantizan y protegen el aislamiento de los claustros.

Lo propio de los monasterios es permitir el aislamiento de los religiosos y de las religiosas que se han retirado para rezar en comunidad.

La salida del monasterio está prohibida por todos los reglamentos a los que han pronunciado sus votos, aunque no ha ocurrido siempre lo mismo para la entrada de las personas que venían de afuera. El acceso a los conventos de religiosos no estaba formalmente prohibido bajo la antigua legislación.

En ocasión de ciertas ceremonias o procesiones, los hombres y las mujeres cuando eran invitados podían, en nombre de la hospitalidad tradicional de las órdenes monásticas, ser admitidos a franquear los recintos, pero hubo abusos. Por ello el Papa San Pío V reprimió severamente toda intrusión de laicos en el interior de los monasterios.

Actualmente, la entrada en las comunidades de religiosos permanece formalmente prohibida a los militares y a las mujeres, sin embargo los seglares pueden ser recibidos sin discusión.

Las reglas de clausura son publicadas ya sea por el Papa o por los obispos .

Los religiosos contemplativos tienen como función orar por los problemas graves universales que nos dañan a todos, como ser la drogadicción, las enfermedades, el desempleo, la violencia familiar, etcétera. Orando por estos problemas nos llegan bendiciones y ayuda.

Cada orden religiosa tiene su propio carisma, es decir su propia práctica. De este modo encontramos, por ejemplo, órdenes donde durante las 24 horas del día se adora al Santísimo Sacramento, otras que se dedican exclusivamente a la Liturgia de las horas, u otras que no trabajan en conjunto, como por ejemplo las órdenes donde cada religioso en su propia celda ora en forma personal.