Como es el cuerpo glorioso?: Transfiguracion, cuerpo de los resucitados

Publicado abril 29, 2016 y escrito por Laura

El cuerpo glorioso es el cuerpo espiritual que tendremos en la resurrección, es incorrupto.

Éste cuerpo es de las mismas características de el de Jesucristo cuando resucitó, y tal como Él prometió en el Último día de los tiempos, vendrá a juzgar a vivos y muertos para darles lo que se merezcan por sus obras realizadas en la vida terrena y por el modo de haber cumplido con la Ley.

En ese juicio Jesús resucitará a todos los hombres y recibirán la vida eterna o la condenación. Aquellos que sean recompensados con la eternidad dejarán de tener un cuerpo corrupto para pasar a tener un cuerpo glorioso.

En la resurrección, puesto que los elegidos contemplan a Dios, recibirán un cuerpo adaptado a su nueva condición. Ya la razón por sí misma vería la necesidad de esta modificación, este desenvolvimiento de las facultades que se ejercen por medio del cuerpo.

Pero las Santas Escrituras, las enseñanzas de San Pablo que las podemos encontrar en los Evangelios, la doctrina de los Padres y los escolásticos, precisan que el cuerpo humano resucitado está destinado a adquirir la perfección necesaria a la vida en el Reino de Dios.

La transfiguración de Cristo aporta los argumentos a este problema de la glorificación de los cuerpos. Los evangelistas refieren que la faz de Jesús resucitado se hizo brillante como el sol, que su envoltura terrestre trasparente y que sus vestidos impregnados de luz estaban resplandecientes de blancura.

San Agustín precisa en sus escritos que las cualidades del cuerpo glorioso aventajarán todas las condiciones de los cuerpos más privilegiados de esta vida, aún de los que habríamos podido poseer sin el pecado original.

Según San Jerónimo es un cuerpo espiritual que se alzará. Obedecerá con una prontitud y una facilidad maravillosa la voluntad del espíritu. No sentirá entonces ninguno de sus dolores, de sus enfermedades y de sus preocupaciones actuales.