CARACTERÍSTICAS DE LA ESENCIA Y LA EXISTENCIA EN LA SANTÍSIMA TRINIDAD Y EN LA ENCARNACIÓN
La esencia y la existencia son los dos elementos que componen la idea de ser.
Dios es y existe. Las criaturas son y existen.
Ser quiere decir moverse, percibir y poder ser percibido, sentir y poder ser sentido.
Ser es lo completamente al revés de la nada. El hecho de existir es la perfección del que es, de la misma manera que el hecho de vivir es la perfección del que vive.
De este modo a la esencia le corresponde la existencia o cualidad, la naturaleza de lo que es, la naturaleza del que es.
La esencia es inmutable, indivisible, eterna y necesaria.
Éstas cuatro características significan lo siguiente:
Se dice que la esencia es inmutable ya que cambiar un elemento de la esencia propiamente dicha de las cosas es destruirla.
Además es indivisible, pues suprimir un elemento de la esencia es destruirla, del mismo modo como sucede con su característica de inmutable.
También es eterna, pues la esencia de los seres está por encima del tiempo.
Y finalmente es necesaria. Esto quiere decir que todo lo que existe, es.
La noción de la esencia permite formarse una idea de las misteriosas realidades de la Trinidad y de la Encarnación. De este modo, en las tres Personas, en las tres Existencias, no hay más que una sola esencia inmutable, indivisible, eterna y necesaria.
De la misma manera, según el dogma de la Encarnación, puede decirse que Jesucristo no tiene persona humana, ya que no tiene la existencia natural proporcionada a lo que es la esencia de hombre.
Por lo tanto, a tal existencia la suple, por decirlo así, la persona divina que asume la naturaleza humana. Pero a pesar de todo y sin embargo, posee toda la esencia humana puesto que tiene cuerpo.