SIGNIFICADO DE EXORCISMO
El exorcismo es la expulsión del demonio.
Es un procedimiento, un medio para obligarle a abandonar un lugar, un objeto o un cuerpo humano del que ha tomado posesión. 
El exorcismo o liberación de los procesos no es un acto sacramental, ni el ejercicio de un poder mágico.
Es un requerimiento al demonio para obligarle a abandonar un lugar, una situación o una persona que retiene más o menos en su poder.
Este requerimiento es formulado por una orden dada en nombre de Dios y de Jesucristo.
Es una orden como un imperativo, porque el poder de Dios es mayor, por definición, que el del demonio.
Todas las generaciones y todos los pueblos han creído en la presencia y en las actividades de los espíritus malignos.
Los egipcios ya culpaban a los demonios de las plagas y epidemias. Creían librarse de ellos por ritos mágicos y encantamientos.
Los monumentos de Caldea y de Babilonia evocan la magia viniendo en socorro de la medicina.
En el Antiguo Testamento, en el libro de Tobías, es el ángel Rafael quien interviene para apartar de Sara el espíritu responsable de la muerte de sus primeros maridos. Lo apresa y lo encadena en el desierto del Alto Egipto.
La liberación de los posesos era una práctica frecuente en la vida pública de Jesús.
En la historia de la Iglesia primitiva abundan testimonios de cristianos, clérigos o laicos, que han lanzado demonios, como por ejemplo, San Martín.
Aunque los casos de posesión diabólica sean menos frecuentes en nuestros días, la Iglesia no ha abandonado la práctica de los exorcismos, y ha establecido reglas precisas para discernir los casos de posesión.
Desde el siglo II, los exorcismos preparatorios a la regeneración bautismal han sido practicados sobre todos los catecúmenos adultos o niños.
Se trataba, y se trata todavía en el rito del bautismo, de alejar al demonio, cuya presencia acompaña siempre al pecado original así como a los pecados actuales.
La eficacia de los exorcismos, puestos en práctica en los casos de posesión, es análoga al de los sacramentales.
Es de orden moral, y no, como la de los sacramentos, infalible.
Hoy es
