Apocalipsis: Jinete blanco, genero literario, libro profetico

Publicado mayo 25, 2013 y escrito por Laura

El Apocalipsis es el último libro del Nuevo Testamento y último de la Biblia con el cual se cierra la serie de escritos inspirados de la Revelación.

Se lo suele considerar como uno de los libros más misteriosos y difíciles de interpretar.

Es el único libro profético del Nuevo Testamento, y para los cristianos es el único que ha conservado su valor profético, ya que los libros referentes a los profetas que encontramos en el Antiguo Testamento ya se cumplieron con la llegada del Mesías.

No se debe considerar a este libro como una profecía sobre el fin del mundo, o querer calcular según las enseñanzas que de él pueden obtenerse si dicho fin está más o menos lejos de nosotros, considerándolo como un conjunto de enigmas, ya que sería falsear su sentido y desconocer totalmente su género literario así como las circunstancias en las cuales fue escrito.

En el año 95 San Juan, el autor del Apocalipsis, está desterrado en la isla de Patmos. La persecución de Domiciano contra los cristianos se intensifica y acaba de ordenar el culto al emperador como una ley a la que están sujetos todos los súbditos del imperio.

Por lo tanto los cristianos se hallan ante el dilema de prescindir del decreto del emperador y seguir fielmente a Cristo, o aceptar el culto a Domiciano.

En este momento la esperanza de un segundo glorioso advenimiento de Cristo parecía reducida a la nada, por eso el Apocalipsis tiene precisamente como fin responder a estas dudas y fortalecer la esperanza de los cristianos de esos tiempos: el reinado de Jesucristo no está en modo alguno ligado al poder temporal y la misión de la Iglesia es de orden espiritual.

Además se debe considerar el género literario del libro que es corriente a esa época, ya que como se ve en su principio, Juan tuvo una intuición consciente y extática, análoga a la de los profetas. Pero esta visión espiritual no debe confundirse con las representaciones imaginativas que constituyen el fondo del libro y tampoco hay que buscar que a cada uno de los detalles le corresponda una realidad histórica. Con una sola mirada Juan ha abarcado lo que está en juego y el resultado de la lucha sostenida por la Iglesia contra la herejía y el imperio.

El jinete blanco que encontramos en 6.2 y 19.11 es Cristo victorioso que se enfrenta a los tres jinetes de la peste, el hambre y la guerra.

Éstos son los tres azotes que padece la humanidad y no cada uno de los seres humanos, sino la humanidad en general.

Estos azotes son los instrumentos de la justicia de Dios y el jinete blanco es el fundamento de la esperanza cristiana en medio de las calamidades.

Por lo tanto se trata de una visión cristiana de la historia.