LA ORACIÓN MENTAL: ¿CÓMO PUEDO ORAR A DIOS PARA QUE ME ESCUCHE?
La oración es la vida mística por excelencia y aunque el término oración es sinónimo de plegaria, hoy se reserva este término para designar la oración mental, el estado de intimidad con Dios.
Santa Teresa define la oración de la siguiente manera:
"Una relación de amistad en la que uno se relaciona a solas con ese Dios de quien se sabe amado"
Dos actividades principales constituyen la parte que corresponde al hombre en la oración mental: la meditación y la oración, pensar en Dios y hablar con Dios.
El alma se concentra principalmente sobre sí misma en la meditación y se eleva hacia Dios mediante la oración, pero, en realidad, es un reflexionar sobre los misterios de la fe y el que la impulsa a dirigirse directamente a Él, y de este modo, expresar los sentimientos que medita: sentimientos de reverencia y reconocimiento, de deseo y amor.
DIFERENCIAS ENTRE MEDITACIÓN, ORACIÓN Y CONTEMPLACIÓN
La meditación es la parte que corresponde al hombre: pensar en Dios.
La meditación y la oración persiguen un fin común, donde la meditación tiende hacia el reposo en la posesión de las verdades que se han considerado largamente.
La oración es la otra parte que corresponde al hombre: hablar con Dios.
La oración espera de Dios que revele al alma sedienta lo que no puede descubrir con la sola meditación
- ¿Qué es la contemplación?
La contemplación es el reposo conseguido a través de la meditación, es la luz que desciende de Dios como respuesta a la oración
ORACIONES BÁSICAS PARA COMENZAR A ORAR
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
No nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Amen.
AVE MARIA
Dios te salve María,
llena eres de gracia
El Señor es contigo,
bendita tu eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
-Santa María Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte,
Amén.
GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
PÉSAME (acto de contricción)
Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí
y por el cielo que perdí;
pero mucho mas me pesa porque pecando ofendí un Dios tan bueno y tan grande como vos;
antes querría haber muerto que haberle ofendido,
y propongo firmemente ayudado por tu divina gracia,
no pecar mas y evitar las ocasiones próximas de pecado.
Amén
YO CONFIESO (acto penitencial)
Yo confieso ante Dios Todopoderoso
y ante ustedes, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos,
que intercedan por mi ante Dios, nuestro Señor.
Amén