La palabra griega christos significa un ungido. Es la traducción de la palabra hebrea machiah, de la cual proviene mesías. Esta palabra aparece en la versi...
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¿PARA QUÉ SIRVE EL ESPÍRITU SANTO? ¿QUÉ SON SUS CARISMAS?
- ¿QUÉ FUNCIÓN CUMPLE CADA UNA DE LAS PERSONAS DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD?
En la llamada "economía trinitaria" (una especie de reparto de funciones en el seno de la Santísima Trinidad) cada Persona cumple una función:
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El Padre es el que crea: Dios crea a través del Padre
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El Hijo es el que redime: Dios redime a través del Hijo
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El Espíritu Santo es el que santifica: Dios, el único Dios, santifica a través del Espíritu.
Sin embargo, mientras que al Padre le llamamos creador y al Hijo redentor, al Espíritu le llamamos "santo", cuando en realidad deberíamos llamarle "santificador", porque así se pondría más en evidencia cuál es su misión: santificar.
- ¿CUÁL ES LA MISIÓN DEL ESPÍRITU SANTO?
La misión del Espíritu Santo es la de conseguir que nos enamoremos de Dios, que deseemos amarle con todas nuestras fuerzas, que sintamos horror de nuestros pecados y anhelemos la plenitud de la vida en Dios.
Debemos pedirle al Espíritu santificador que nos llene de su amor, para que no nos importe otra cosa más que amar a Dios y hacerle amar.
Además de eso, y relacionado con eso, el Espíritu Santo ha mandado continuamente a la Iglesia carismas especiales que, como medicinas, curan las enfermedades que provoca el pecado.
En este otro artículo podés leer qué y quién es el Espíritu Santo en la Iglesia católica.
Y si buscás cada uno de los siete dones detallados, los regalos y los frutos, podés leer este otro artículo
- ¿QUÉ SON LOS CARISMAS?
Todos los carismas tienen un punto en común: son dones del Espíritu Santo para llevar a los hombres hacia Dios.
Los carismas son como una llama de amor viva que a veces van marcados por la actividad, como los que se dedican a la enseñanza o a la atención a ancianos o enfermos, y otras por la contemplación, como las monjas de clausura.
Por eso siempre debemos rezarle a este Espíritu Santificador sin olvidar estos tres puntos básicos:
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darle gracias
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pedirle que aleje de nosotros los peligros que amenazan nuestra existencia
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pedirle que nos permita seguir luchando para que el Amor, que es Dios, sea cada vez más conocido y amado.
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