2º mandamiento de Dios según la Biblia Explicación y ejemplos según el Catecismo de la Iglesia Católica
El segundo mandamiento dice
"No tomarás el nombre de Dios en vano".
Esto significa lo siguiente: no se debe pronunciar el nombre de Dios sin respeto, no se debe jurar en vano (o sea sin grave necesidad), no se debe jurar diciendo que es verdad una mentira, no se debe jurar hacer lo que no se debe hacer o pronunciar el nombre de Dios sin respeto.
Jurar es poner por testigo a Dios de que lo que decimos es verdadero o que lo que prometemos va a ser cumplido (o sea hacer un voto).
Debemos regular el uso de nuestras palabras respecto a las cosas santas ya que el nombre del Señor es santo y por lo tanto el ser humano no puede pronunciarlo sin el debido respeto.
La blasfemia significa utilizar de modo injurioso el nombre no sólo de Dios, sino que también el de Jesús, el de la Virgen María y el de los santos.
El perjurio es cuando se realiza, invocando el nombre de Dios, un juramento en falso, ya que la falta está en poner como testigo a Dios de la falacia que estemos diciendo.
Esta falta es de grado grave.
Nunca hay que hacer una promesa si ya se sabe que no se va a poder cumplir, o no se tiene ni el más mínimo deseo de cumplirla.
También es pecado si se hace un juramento invocando el nombre de Dios, pero para realizar un mal acto, pues no se puede utilizar el nombre de Dios para unirlo con un pecado.
Un buen cristiano se persigna, es decir realiza la señal de la cruz, al levantarse, al comenzar su oración y cada vez que invoca a Dios, ya que saben que este acto lo va a proteger durante el día de cualquier problema o tentación.