En el Evangelio encontramos a la Virgen hablando sólo cinco veces.
Cuatro de los textos los encontramos en los Evangelios de Lucas, tres de las frases dichas por la Virgen María aparecen en el capítulo uno y la cuarta en el capítulo dos.
La quinta frase aparece en el Evangelio de Juan, en el capítulo dos, y tiene que ver con el primer milagro de Jesús, en las bodas de Caná.
Las frases principales son las siguientes:
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"Cómo será ésto?"
Es la primera frase que encontramos cuando el ángel le anuncia que va a tener un hijo. Esto demuestra que era una persona prudente ya que no se queda con las dudas, sino que consulta directamente al que tiene la respuesta correcta. (Lucas 1. 34)
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"He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra"
Es la respuesta que le da al ángel luego de que le explica que su hijo iba a nacer por obra del Espíritu Santo. De esta forma aceptaba plenamente la voluntad de Dios. (Lucas 1.38).
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"Engrandece mi alma al Señor"
La Virgen responde al saludo emocionado de su prima Isabel con un himno de acción de gracias a Dios que comienza diciendo "Proclama mi alma la grandeza del Señor." (Lucas 1.47-55).
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"Por qué nos has hecho esto?"
Es lo que le dice la Virgen a Jesús de 12 años cuando lo encuentra en el templo de Jerusalén después de haberlo estado buscando por tres días. Ella corrige a su hijo de la misma forma que lo haría cualquier mamá diciéndole preguntándole por qué el niño les había hecho eso (Lucas 2.48).
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"No tienen vino"
Esta es la última frase que se conserva de la madre de Dios, y se la dijo a Jesús en las bodas de Caná cuando se da cuenta de que en la fiesta se iba a acabar el vino. (Juan 2.3)
El hecho de que se haya escrito tan poco sobre las palabras pronunciadas por María nos da la idea de que era una mujer silenciosa, prudente, de pocas palabras, más dispuesta a escuchar que a hablar de más.