¿CÓMO PREPARAR MI CORAZÓN PARA EL ADVIENTO? ¿QUÉ SE HACE?
El Adviento es un tiempo de penitencia y oración que nos debe conducir a celebrar la Navidad con toda la alegría y el agradecimiento que se merece el Nacimiento de Nuestro Redentor.
Adviento significa llegada o advenimiento y es el tiempo de espera que precede a la Navidad.
Empieza el cuarto domingo anterior a la Navidad, el más próximo al 30 noviembre.
Nuestra alegría no viene de fuera, de las luces o los adornos, de las compras compulsivas o de los excesos en comida y bebida, nuestra alegría viene de nuestro interior: del reconocimiento en nuestro corazón de lo que conmemoramos, de la certeza de que Dios nos ama hasta el punto de que ha enviado a su Hijo único para salvarnos.
El Adviento prepara a todos los fieles para el 25 de Diciembre, para la llegada de Jesucristo, el hijo de Dios.
Estamos alegres, no porque digan que debemos estarlo los que controlan el mundo para que consumamos más, sino porque creemos y sabemos que Dios existe y nos ama.
Pero este gran acontecimiento hay que prepararlo y para eso está el Adviento.
Vivamos esos días con estas dos claves: penitencia -es decir, hacer algo que físicamente nos cueste- y oración.
Démosle esto al Señor como ofrenda humilde que recuerda los dones que le llevaron los pastores a la cueva de Belén.
Dentro de nuestra oración, no olvidemos pedir por la Iglesia y por nuestra familia.
Las oraciones tienen por objeto reavivar la esperanza y la alegría por el próximo advenimiento de Jesús.
El Tiempo de Adviento consta de cuatro semanas y termina en el Tiempo de Navidad, que empieza el 24 diciembre.