¿Qué pedirles si ya soy grande?
CARTA ESCRITA A LOS REYES MAGOS CON REGALOS QUE TODOS PODEMOS PEDIR
Carta escrita por el Padre S. Martín FM (Franciscanos de María) a los Reyes Magos
"El 6 de enero celebraremos la solemnidad de la Epifanía. Siguiendo una antigua tradición, que he practicado desde mi infancia, he escrito una carta a los Reyes Magos.
Soy consciente de que lo que le pido a Sus Majestades es muy difícil de conseguir y, desde luego, sé que no me lo merezco. Seguramente me traerán carbón. Pero, aún así, sabiendo que son buenos y generosos, me atrevo a solicitar estos valiosos regalos.
Son cuatro, porque ya que se pone uno a pedir, no hay que quedarse cortos.
Primero quiero pedir la virtud de la Fe. Hay que empezar por lo principal y yo no voy a ser tímido.
Por eso, pido fe, para la Iglesia y para mí. Una fe sólida y sencilla. Una fe que algunos ilustrados con complejo de superioridad dirían que es propia del carbonero (tuve un profesor de Teología Moral que se negaba a contestar las preguntas de los alumnos si éstos no sabían alemán, porque consideraba que sus preguntas no tenían el suficiente nivel).
Yo quiero que los Reyes Magos me den la fe de mis padres, la fe de los sencillos, la fe que mueve montañas. Y les pido que esa fe se la den también a todos los miembros de la Iglesia, incluidos los teólogos que saben alemán e incluso a los que saben español, inglés y francés.
Esa fe se caracteriza por creer que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre y, por lo tanto, que sus enseñanzas no pueden ser nunca ni manipuladas ni adaptadas a las modas del momento. Esa fe que nos lleva a creer que lo que dice el Evangelio no es un invento destinado a consolidar la supremacía del Vaticano sobre el resto de las Iglesias o, incluso, a mitificar a un pobre carpintero nazareno, que no era más que un buen hombre sin pretensiones y al que un tal Pablo de Tarso convirtió en un Dios.
En segundo lugar, pido la virtud de la Esperanza.
La necesito mucho, porque a veces me asfixio en medio de un oleaje que parece que va a hundir la barca de la Iglesia en la que me hallo.
Una esperanza que me ayude a confiar en que Dios perdona mis pecados y me da la gracia para no pecar cada vez que me confieso.
Una esperanza que me dé la certeza de que Dios escucha mis súplicas y es capaz de hacer milagros.
Y, sobre todo, una esperanza que me permita mirar a los ojos a la hermana muerte, sin miedo, porque sé que no es el final del camino sino un trámite, un paso, para la vida plena que me espera junto a Dios, gracias a su divina misericordia.
En tercer lugar, solicito la virtud de la Caridad. Pero de la caridad de la buena, no de sus sucedáneos.
Porque esa virtud se aplica en primer lugar hacia Dios y yo le pido a Sus Majestades que me traigan el regalo de arder en amor a Dios y no desear otra cosa más que agradarle en todo.
Sé que es difícil, pero pedirlo lo pido.
Además, esa virtud se dirige también hacia el prójimo y por eso solicito que pongan en mí un corazón compasivo hacia todo el que sufre y que no haya una lágrima que se quede sin enjugar si yo puedo hacerlo, ni un estómago que se quede vacío si puedo llenarlo.
Les pido a los Santos Reyes que convenzan al Espíritu Santo para que riegue el desierto de mi corazón y lo encienda con el fuego de su amor.
Hago mía aquella oración de San Agustín: "Dame amor, vida mía, diré a voces, para que dándome amor en él te goces".
Por último, y sé que es un abuso, pero ahí va: Solicito la virtud de la Humildad.
Es una virtud con muchos matices, pero quiero pedirles a Sus Majestades que me den, sobre todo, un aspecto de esa humildad, que es el de aceptar que no soy Dios y que, por lo tanto, tengo que confiar en Él, aunque no entienda sus planes.
En pocas palabras, lo que estoy pidiendo es que me dé la humildad de la Santísima Virgen María, que me haga capaz de decir "me fío" aunque me parezca que el Todopoderoso está durmiendo una larga siesta mientras la Iglesia se hunde.
Confío en que los Reyes Magos no se molesten por lo exagerado de mis pretensiones, máxime sabiendo que sólo me merezco carbón.
Pero, si uno no es capaz de soñar en estos días, ¿para cuándo se van a dejar los sueños? "
Padre Santiago
- Sobre el Padre Santiago Martín FM:
Sacerdote y escritor español, nacido en 1954. Estudió Biología, Teología Moral y Periodismo. Fundador de los Franciscanos de María, una familia espiritual católica aprobada por la Santa Sede en 2007 cuyo carisma es el agradecimiento.
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