NUEVO!

Cómo vivir y aplicar el mensaje de los Evangelios en la vida cotidiana, la Lectio Divina

JESÚS VIVE EN EL EVANGELIO: SU PALABRA Y ENSEÑANZAS La lectura y meditación diaria del Evangelio nos acerca más a Jesús y nos guía en nuestro camino de fe.

Explicación lecturas Misa Domingo de Ramos ciclo C, reflexión, propósito, lecturas completas

13 de abril de 2025

Textos litúrgicos oficiales del Misal Romano de la Conferencia Episcopal Española

Resumen, propósito semanal, reflexión, comentario, lecturas completas del día, liturgia y links a Misa completa en español o inglés

Domingo de Ramos Ciclo C

Que se haga tu voluntad

- Material y articulo de religioncatolicaromana.blogspot.com

  • BREVE RESUMEN / EXPLICACIÓN DE LAS LECTURAS DE HOY: (debajo lecturas completas, comentario al Evangelio y propósito semanal)

Lectura Primera:

Esta lectura del profeta Isaías habla sobre la actitud interna de Jesús durante los acontecimientos de la pasión, sobre la confianza en Dios Padre y sobre la aceptación por amor al otro

Lectura Segunda:

Éste es un texto clásico de Pablo pues presenta los dos aspectos de la obra redentora de Cristo que se celebran en la Semana Santa. El primer aspecto es la humillación de Cristo y su sufrimiento con el sacrificio de la Cruz, y el segundo es su triunfo final sobre el mal a través de su Resurrección

Lectura Evangelio:

En el domingo de Ramos se lee la pasión de Cristo, porque si no no hay un domingo donde se pueda leer, ya que el próximo es el de la resurrección.

La pasión de Jesús es la expresión máxima de su amor por nosotros

- Material y articulo de religioncatolicaromana.blogspot.com

  • FRASE DESTACADA DEL EVANGELIO

¡Padre, si quieres, aparta de mí ese cáliz! Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya

  • Antífona Mt 21, 9

Hosanna al Hijo de David. Bendito el que viene en nombre del Señor, el Rey de Israel. Hosanna en el cielo.

  • Oración colecta

Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que nuestro Salvador se hiciera hombre y padeciera en la cruz para dar al género humano ejemplo de humildad concédenos, benigno, seguir las enseñanzas de su pasión y que merezcamos participar de su gloriosa resurrección. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos .

Por nuestro Señor Jesucristo.

  • PRIMERA LECTURA

No me tapé el rostro ante los ultrajes, sabiendo que no quedaría defraudado

Lectura del libro de Isaías 50, 4-7

Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento.

Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados.

El Señor me abrió el oído.

Y yo no resistí ni me eché atrás:

ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos.

El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.

Palabra de Dios.

  • Salmo responsorial Sal 21, 8-9. 17-18a. 19-20. 23-24 (R.:2a)

R. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

Al verme, se burlan de mí, hacen visajes, menean la cabeza: «Acudió al Señor, que lo ponga a salvo; que lo libre, si tanto lo quiere. » R.

Me acorrala una jauría de mastines, me cerca una banda de malhechores; me taladran las manos y los pies, puedo contar mis huesos. R.

Se reparten mi ropa, echan a suertes mi túnica. Pero tú, Señor, no te quedes lejos; fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. R.

Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré. Fieles del Señor, alabadlo; linaje de Jacob, glorificadlo; temedlo, linaje de Israel. R.

  • SEGUNDA LECTURA

Se rebajó, por eso Dios lo levantó sobre todo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2, 6-11

Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos.

Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Palabra de Dios.

Versículo antes del evangelio Flp 2, 8-9

Cristo, por nosotros, se sometió incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre».

  • EVANGELIO

Pasión de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas 22, 14-23, 56

C. Llegada la hora, se sentó Jesús con sus discípulos, y les dijo:

+ He deseado enormemente comer esta comida pascual con vosotros antes de padecer, porque os digo que ya no la volveré a comer hasta que se cumpla en el Reino de Dios.

C. Y tomando una copa, dio gracias y dijo:

+ -Tomad esto, repartidlo entre vosotros; porque os digo que no beberé desde ahora del fruto de la vid hasta que venga el Reino de Dios.

C. Y tomando pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo:

+ -Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía.

C. Después de cenar, hizo lo mismo con la copa diciendo:

+ -Esta copa es la Nueva Alianza sellada con mi sangre, que se derrama por vosotros. Pero mirad: la mano del que me entrega está con la mía en la mesa. Porque el Hijo del Hombre se va según lo establecido; pero ¡ay de ése que lo entrega!

C. Ellos empezaron a preguntarse unos a otros quién de ellos podía ser el que iba a hacer eso. Los discípulos se pusieron a disputar sobre quién de ellos debía ser tenido como el primero. Jesús les dijo:

+ Los reyes de los gentiles los dominan y los que ejercen la autoridad se hacen llamar bienhechores. Vosotros no hagáis así, sino que el primero entre vosotros pórtese como el menor, y el que gobierne, como el que sirve.

Porque, ¿quién es más, el que está en la mesa o el que sirve? ¿verdad que el que está en la mesa? Pues yo estoy en medio de vosotros como el que sirve.

Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas, y yo os transmito el Reino como me lo transmitió mi Padre a mí: comeréis y beberéis a mi mesa en mi Reino, y os sentaréis en tronos para regir a las doce tribus de Israel.

C. Y añadió:

+ Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado para cribaros como trigo. Pero yo he pedido por ti para que tu fe no se apague.

Y tú, cuando te recobres, da firmeza a tus hermanos. C. El le contestó:

S. Señor, contigo estoy dispuesto a ir incluso a la cárcel y a la muerte. C. Jesús le replicó:

+ Te digo, Pedro, que no cantará hoy el gallo antes que tres veces hayas negado conocerme.

C. Y dijo a todos:

+ Cuando os envié sin bolsa ni alforja, ni sandalias, ¿os faltó algo? C. Contestaron:

S. Nada.

C. El añadió:

+ Pero ahora, el que tenga bolsa que la coja, y lo mismo la alforja; y el que no tiene espada, que venda su manto y compre una. Porque os aseguro que tiene que cumplirse en mí lo que está escrito: «fue contado con los malhechores». Lo que se refiere a mí toca a su fin.

C. Ellos dijeron:

S. Señor, aquí hay dos espadas. C. El les contestó:

+ Basta.

C. Y salió Jesús como de costumbre al monte de los Olivos, y lo siguieron los discípulos. Al llegar al sitio, les dijo:

+ Orad, para no caer en la tentación.

C. El se arrancó de ellos, alejándose como a un tiro de piedra y arrodillado, oraba diciendo:

+ Padre, si quieres, aparta de mí ese cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya.

C. Y se le apareció un ángel del cielo que lo animaba. En medio de su angustia oraba con más insistencia. Y le bajaba el sudor a goterones, como de sangre, hasta el suelo. Y, levantándose de la oración, fue hacia sus discípulos, los encontró dormidos por la pena, y les dijo:

+ ¿Por qué dormís? Levantaos y orad, para no caer en la tentación. C. Todavía estaba hablando, cuando aparece gente: y los guiaba el llamado Judas, uno de los Doce. Y se acercó a besar a Jesús.

Jesús le dijo:

+ Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?

C. Al darse cuenta los que estaban con él de lo que iba a pasar, dijeron: S. Señor, ¿herimos con la espada?

C. Y uno de ellos hirió al criado del Sumo Sacerdote, y le cortó la oreja derecha.

Jesús intervino diciendo:

+ Dejadlo, basta.

C. Y, tocándole la oreja, lo curó. Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los oficiales del templo, y a los ancianos que habían venido contra él:

+ ¿Habéis salido con espadas y palos como a caza de un bandido? A diario estaba en el templo con vosotros, y no me echasteis mano. Pero ésta es vuestra hora: la del poder de las tinieblas.

C. Ellos lo prendieron, se lo llevaron y lo hicieron entrar en casa del sumo sacerdote. Pedro lo seguía desde lejos. Ellos encendieron fuego en medio del patio, se sentaron alrededor y Pedro se sentó entre ellos. Al verlo una criada sentado junto a la lumbre, se le quedó mirando y le dijo:

S. También éste estaba con él. C. Pero él lo negó diciendo:

S. No lo conozco, mujer.

C. Poco después lo vio otro y le dijo: S. Tú también eres uno de ellos.

C. Pedro replicó:

S. Hombre, no lo soy.

C. Pasada cosa de una hora, otro insistía:

S. Sin duda, también éste estaba con él, porque es galileo. C. Pedro contestó:

S. Hombre, no sé de qué hablas.

C. Y estaba todavía hablando cuando cantó un gallo. El Señor, volviéndose, le echó una mirada a Pedro, y Pedro se acordó de la palabra que el Señor le había dicho: «antes de que cante hoy el gallo, me negarás tres veces». Y, saliendo afuera, lloró amargamente. Y los hombres que sujetaban a Jesús se burlaban de él dándole golpes. Y, tapándole la cara, le preguntaban:

S. Haz de profeta: ¿quién te ha pegado?

C. Y proferían contra él otros muchos insultos. Cuando se hizo de día, se reunió el senado del pueblo, o sea, sumos sacerdotes y letrados, y, haciéndole comparecer ante su Sanedrín, le dijeron:

S. Si tú eres el Mesías, dínoslo. C. El les contestó:

+ Si os lo digo, no lo vais a creer; y si os pregunto, no me vais a responder. Desde ahora el Hijo del Hombre estará sentado a la derecha de Dios todopoderoso.

C. Dijeron todos:

S. Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios? C. El les contestó:

+ Vosotros lo decís, yo lo soy. C. Ellos dijeron:

S. ¿Qué necesidad tenemos ya de testimonios? Nosotros mismos lo hemos oído de su boca.

C. El senado del pueblo, o sea, sumos sacerdotes y letrados, se levantaron y llevaron a Jesús a presencia de Pilato. Y se pusieron a acusarlo diciendo:

S. Hemos comprobado que éste anda amotinando a nuestra nación, y oponiéndose a que se paguen tributos al César, y diciendo que él es el Mesías rey.

C. Pilato preguntó a Jesús:

S. ¿Eres tú el rey de los judíos? C. El le contestó:

+ Tú lo dices.

C. Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la turba: S. No encuentro ninguna culpa en este hombre. C. Ellos insistían con más fuerza diciendo:

S. Solivianta al pueblo enseñando por toda Judea, desde Galilea hasta aquí.

C. Pilato, al oírlo, preguntó si era galileo; y al enterarse que era de la jurisdicción de Herodes, se lo remitió. Herodes estaba precisamente en Jerusalén por aquellos días. Herodes, al ver a Jesús, se puso muy contento; pues hacía bastante tiempo que quería verlo, porque oía hablar de él y esperaba verlo hacer algún milagro. Le hizo un interrogatorio bastante largo; pero él no le contestó ni palabra. Estaban allí los sumos sacerdotes y los letrados acusándolo con ahínco.

Herodes, con su escolta, lo trató con desprecio y se burló de él; y, poniéndole una vestidura blanca, se lo remitió a Pilato. Aquel mismo día se hicieron amigos Herodes y Pilato, porque antes se llevaban muy mal. Pilato, convocando a los sumos sacerdotes, a las autoridades y al pueblo, les dijo:

S. Me habéis traído a este hombre, alegando que alborota al pueblo; y resulta que yo lo he interrogado delante de vosotros, y no he encontrado en este hombre ninguna de las culpas que le imputáis; ni Herodes tampoco, porque nos lo ha remitido: ya véis que nada digno de muerte se le ha probado. Así que le daré un escarmiento y lo soltaré.

C. Por la fiesta tenía que soltarles a uno. Ellos vociferaron en masa diciendo:

S. ¡Fuera ése! Suéltanos a Barrabás.

C. (A éste lo habían metido en la cárcel por una revuelta acaecida en la ciudad y un homicidio.)

Pilato volvió a dirigirles la palabra con intención de soltar a Jesús. Pero ellos seguían gritando:

S. -¡Crucifícalo, crucifícalo!

C. El les dijo por tercera vez:

S. -Pues, ¿qué mal ha hecho éste? No he encontrado en él ningún delito que merezca la muerte. As¡ es que le daré un escarmiento y lo soltaré.

C. Ellos se le echaban encima pidiendo a gritos que lo crucificara iba creciendo el griterío.

Pilato decidió que se cumpliera su petición: soltó al que le pedían (al que había metido en la cárcel por revuelta y homicidio), y a Jesús se lo entregó a su arbitrio.

Mientras lo conducían, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que volvía del campo, y le cargaron la cruz para que la llevase detrás de Jesús.

Lo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se daban golpes y lanzaban lamentos por él.

Jesús se volvió hacia ellas y les dijo:

+ -Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos, porque mirad que llegará el día en que dirán: «dichosas las estériles y los vientres que no han dado a luz y los pechos que no han criado». Entonces empezarán a decirles a los montes: «desplomaos sobre nosotros» y a las colinas: «sepultadnos»; porque si así tratan al leño verde, ¿qué pasará con el seco?

C. Conducían también a otros dos malhechores para ajusticiarlos con él.

Y cuando llegaron al lugar llamado «La Calavera», lo crucificaron allí, a él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.

Jesús decía:

+ -Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. C. Y se repartieron sus ropas echándolas a suerte.

El pueblo estaba mirando. Las autoridades le hacían muecas diciendo:

S. -A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de

Dios, el Elegido.

C. Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo:

S. Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.

C. Había encima un letrero en escritura griega, latina y hebrea: ESTE ES EL REY DE LOS JUDIOS.

Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo: S. -¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros. C. Pero el otro le increpaba:

S. -¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibimos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada.

C. Y decía:

S. -Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino. C. Jesús le respondió:

+ -Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso.

C. Era ya eso de mediodía y vinieron las tinieblas sobre toda la región, hasta la media tarde; porque se oscureció el sol. El velo del templo se rasgó por medio. Y Jesús, clamando con voz potente, dijo:

+ -Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu. C. Y dicho esto, expiró.

Todos se arrodillan, y se hace una pausa.

C. El centurión, al ver lo que pasaba, daba gloria a Dios diciendo: S. Realmente, este hombre era justo.

C. Toda la muchedumbre que había acudido a este espectáculo, habiendo visto lo que ocurría, se volvían dándose golpes de pecho. Todos sus conocidos se mantenían a distancia, y lo mismo las mujeres que lo habían seguido desde Galilea y que estaban mirando.

Un hombre llamado José, que era senador, hombre bueno y honrado (que no había votado a favor de la decisión y del crimen de ellos), que era natural de Arimatea y que aguardaba el Reino de Dios, acudió a Pilato a pedirle el cuerpo de Jesús. Y, bajándolo, lo envolvió en una sábana y lo colocó en un sepulcro excavado en la roca, donde no habían puesto a nadie todavía.

Era el día de la Preparación y rayaba el sábado. Las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea fueron detrás a examinar el sepulcro y cómo colocaban su cuerpo. A la vuelta prepararon aromas y ungüentos. Y el sábado guardaron reposo, conforme al mandamiento.

Palabra del Señor.

- Material y articulo de religioncatolicaromana.blogspot.com

  • COMENTARIO Y REFLEXIÓN DEL PADRE SANTIAGO MARTÍN FM

Empieza la Semana Santa con la lectura íntegra del relato de la Pasión del Señor según nos la cuenta el evangelista Lucas. Hay mucho que meditar, hay mucho que aprender, hay un caudal inagotable de espiritualidad en aquellos breves días en los que se decidió la suerte de la Humanidad, cuando el Redentor nos ganó la salvación pagando por nosotros en la Cruz. Pero de todas esas cosas, quizá hay una que siempre nos es cercana: la actitud de Cristo ante el drama que se la avecinaba.

Consciente como era de lo que le esperaba: la tortura y la muerte, junto con el abandono de sus discípulos y hasta la "kénosis", la sensación de alejamiento del propio Dios, el Señor tuvo miedo y angustia. El sudor de sangre de su frente era una manifestación somática del terror que atenazaba su espíritu. Y es en ese momento cuando es capaz de pronunciar la frase de aceptación de la voluntad divina.

El Cristo que huyó cuando querían hacerle rey se dejó coronar de espinas, el que se escapaba de la multitud que le vitoreaba no dio la espalda cuando le buscaban para matarle. Ese es el ejemplo que nos ha dejado: aceptar la voluntad de Dios sea cual sea, tanto en lo bueno como en lo malo, en lo fácil como en lo difícil.

Y, además, lo que es aún más difícil, aceptar que esa voluntad de Dios es amor para nosotros, aunque no nos lo parezca, aunque no entendamos por qué ocurren las cosas o por qué no son escuchadas nuestras súplicas para que pase de nosotros el cáliz que Dios nos está pidiendo que bebamos. Claro que para hacer eso es imprescindible la fuerza de Dios, sin la cual aceptar la cruz con alegría es imposible.

  • PROPÓSITO SEMANAL

Decirle sí al Señor en lo que Él nos pida.

Acudir a la oración y a los sacramentos para que nos dé la fuerza que necesitamos para hacer su voluntad.

  • Oración sobre las ofrendas

Te pedimos, Señor, que por la Pasión de tu Hijo experimentemos tu perdón, y aunque no lo merecemos por nuestras obras, haz que lo recibamos por tu misericordia, gracias a este único y admirable sacrificio.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

  • Antífona de comunión Mt 26, 42

Padre mío, si este cáliz no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad.

  • Oración después de la comunión

Tú que nos has alimentado con esta Eucaristía, y por medio de la muerte de tu Hijo nos das la esperanza de alcanzar lo que la fe nos promete, concédenos, Señor, llegar, por medio de su resurrección, a la meta de nuestras esperanzas.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

  • Misa completa u Homilías de los Franciscanos de María:

La misa de Hoy (español ) Franciscans of Mary (inglés)

  • Sobre la imagen:

Las imágenes que acompañan las lecturas pertenecen a Biblias iluminadas, es decir, ilustradas, del siglo XV. Todos las semanas en la sección Evangelio comentado publicaré una imagen diferente con cada lectura dominical del Ciclo para poder admirar su belleza.

  • Sobre el Padre Santiago Martín FM:

Sacerdote y escritor español, nacido en 1954. Estudió Biología, Teología Moral y Periodismo. Fundador de los Franciscanos de María, una familia espiritual católica aprobada por la Santa Sede en 2007 cuyo carisma es el agradecimiento.

MIS REDES
 Sígueme en Facebook  Sígueme en Twitter  Mi Feed RSS
Mi nombre es Laura y soy católica apostólica romana. Siempre me ha gustado estudiar las religiones, pero especialmente me he dedicado al estudio profundo de la fe católica, y consideré que podía ser útil compartir mis conocimientos en forma online. En el link de "Sobre mi" pueden conocerme más. Todos los artículos están fielmente basados en textos reconocidos por la Iglesia Católica Apostólica Romana.
Calendario

Hoy es Miércoles 16 de Abril de 2025: 12º año de Religión Católica Romana
4746 días online desde el 18 de Abril del 2012

¿Ya leíste el CREDO y los MANDAMIENTOS explicados con detalle?

Explicación de cada uno de los diez mandamientos según la Iglesia Católica con ejemplos
Por qué debemos obedecer a nuestros padres y profesores según la Biblia católica? La virtud de la obediencia
Tercer mandamiento explicado: Santificar las fiestas: Ejemplos
Cuarto mandamiento explicado: Honrarás a tu padre y a tu madre: Ejemplos
Primer mandamiento explicado: Amarás a Dios sobre todas las cosas: Ejemplos
Sexto mandamiento explicado: No cometerás actos impuros: Ejemplos
Octavo mandamiento explicado: No mentir ni levantar falso testimonio: Ejemplos
Quinto mandamiento explicado: No matarás: Ejemplos
Explicación del Credo católico paso a paso, Credo corto o Símbolo de los Apostoles
El Credo católico: Diferencias entre el largo y el corto, oración completa
Credo explicado frase por frase: Significado Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo nació de Santa María Virgen
Credo explicado frase por frase: Significado Padeció bajo el poder de Poncio Pilato fue crucificado, muerto y sepultado
Credo explicado frase por frase: Significado Descendió a los infiernos al tercer día resucitó de entre los muertos
Credo explicado frase por frase: Significado Creo en el Espíritu Santo
Credo explicado frase por frase: Significado Creo en Dios Padre Todopoderoso creador del cielo y de la tierra
Credo explicado frase por frase: Significado Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos

LOS MÁS LEÍDOS ESTA SEMANA

Explicación, reflexión y meditación de Los Siete Dolores de La Virgen María

Credo explicado frase por frase: Significado Creo en Dios Padre Todopoderoso creador del cielo y de la tierra

Estructura del libro Sabiduría, divisiones, resumen breve