14 de septiembre de 2025
Textos litúrgicos oficiales del Misal Romano de la Conferencia Episcopal Española con resumen, propósito semanal, reflexión, comentario, lecturas completas del día, liturgia y links a Misa completa en español o inglés
Exaltación de la Cruz
Ciclo A, B y C
Déjate atraer y atrae
Breve Resumen
Explicación de las Lecturas de Hoy
(Debajo de esta sección tenés las lecturas completas, el comentario al Evangelio y un propósito semanal)
● Lectura Primera:
El libro de los Números nos muestra al pueblo de Israel que, cansado y desanimado, se rebela contra Dios y contra Moisés. Como consecuencia, aparecen las serpientes que los muerden y provocan la muerte de muchos. Sin embargo, la misericordia de Dios no se hace esperar: ofrece un signo de salvación por medio de la serpiente de bronce levantada en un asta. Quien la miraba con fe quedaba sano y recuperaba la vida.
Este relato anticipa la cruz de Cristo, donde el Hijo del Hombre sería elevado para dar vida eterna a todo el que cree en Él. Lo que era motivo de sufrimiento y muerte, Dios lo transforma en instrumento de salvación. Así, la cruz, que a primera vista es un signo de derrota, se convierte en símbolo de esperanza, vida y victoria.
● Lectura Segunda:
San Pablo, en la carta a los Filipenses, nos presenta el gran misterio de la humildad de Cristo: siendo Dios, no se aferró a su divinidad, sino que se abajó, haciéndose hombre y aceptando incluso la muerte en cruz. Esta obediencia total al plan de Dios lo llevó a la exaltación, recibiendo el Nombre que está por encima de todo nombre.
En estas palabras descubrimos que el camino del cristiano no es la búsqueda de prestigio ni de poder, sino el de la humildad y la entrega. La cruz nos recuerda que la verdadera gloria pasa por la obediencia y el amor. El ejemplo de Cristo nos invita a imitarlo: despojarnos de nuestro egoísmo para vivir en servicio y en donación a los demás.
● Lectura Evangelio:
El Evangelio según san Juan nos revela el sentido profundo de la cruz: Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo único para que todos los que creen en Él tengan vida eterna. Así como la serpiente de bronce fue levantada en el desierto para dar vida a los israelitas, del mismo modo el Hijo del Hombre debía ser elevado en la cruz para dar salvación a todos.
En este texto resplandece la misericordia infinita del Padre: no envió a su Hijo para condenar, sino para salvar. La cruz, entonces, deja de ser un signo de muerte para convertirse en el testimonio más grande del amor de Dios. Creer en Jesús crucificado y resucitado es encontrar el camino hacia la vida eterna y dejarse transformar por su amor.
Frase Destacada del Evangelio
Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en Él tenga vida eterna.
Antífona de entrada
Nosotros hemos de gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo: en él está nuestra salvación, vida y resurrección; él nos ha salvado y libertado.
Oración colecta
Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación de todos los hombres por medio de tu Hijo, muerto en la cruz, concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido en la tierra este misterio alcanzar en el cielo los premios de la redención.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Primera Lectura
Si alguno fue mordido y miraba la serpiente de bronce, quedaba sano
Lectura del libro de los Números 21, 4-9
En aquellos días los israelitas salieron del monte Hor por el camino del mar Rojo, rodeando la tierra de Edom. Y el pueblo se impacientó por el camino.
Hicieron murmurar a Dios y a Moisés, diciendo: «¿Por qué nos habéis sacado de Egipto para morir en este desierto? No tenemos pan ni agua, y detestamos este alimento tan miserable».
Entonces el Señor mandó entre el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murió mucha gente de Israel.
El pueblo fue a Moisés y dijo: «Hemos pecado al hablar contra el Señor y contra ti. Ruega al Señor que aparte de nosotros esas serpientes». Y Moisés intercedió por el pueblo.
Y el Señor dijo a Moisés: «Haz una serpiente como esas, y ponla sobre un asta; y cualquiera que haya sido mordido y la mire, vivirá».
Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó sobre un asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, si miraba a la serpiente de bronce, vivía.
Palabra de Dios
Salmo Responsorial
Sal 77, 1-2. 34-35. 36-37. 38
R. No olvidemos las hazañas del Señor.
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; presta atención a las palabras de mi boca.
Cuando Dios los hacía morir, lo buscaban; y de madrugada se volvían a Él. Recordaban que Dios era su auxilio; el Altísimo, su Redentor. R.
Lo elogiaban con la boca, pero con su lengua mentían; su corazón no era sincero con Él, ni eran fieles a su alianza. R.
En cambio Él, que es compasivo, perdonaba su culpa y no los destruía. Muchas veces reprimió su ira y no despertaba todo su furor. R.
Segunda Lectura
Cristo, aunque existía en forma de Dios, se humilló hasta la muerte en cruz; por eso Dios lo exaltó
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 2, 6-11
Cristo Jesús, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios; al contrario, se despojó de sí mismo tomando la condición de esclavo, hecho semejante a los hombres.
Y así, reconocido como hombre por su presencia, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en el abismo,
y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios
Evangelio
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en Él tenga vida eterna
Lectura del santo Evangelio según San Juan 3, 13-17
En aquel tiempo dijo Jesús a Nicodemo: «Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.
Igual que Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él».
Palabra del Señor
Comentario y Reflexión del Padre Santiago Martín FM
El amor de Dios se manifiesta continuamente y de muchas maneras, pero la encarnación, suplicio, muerte y resurrección de Cristo, junto con su presencia en la Eucaristía, es la demostración suprema e insuperable de ese amor. Ver a Cristo crucificado nos atrae y, al atraernos, nos toca el corazón y así surge en nosotros el agradecimiento, el deseo de amar cada día más a quien nos ha amado tanto. La cruz, con el Crucificado clavado en ella, es la prueba de un amor infinito que supera con creces cualquier otro don que pudiéramos recibir de Dios: dinero, trabajo, salud…
No entendemos muchas veces el silencio de Dios, pero ese es en realidad un silencio roto por el Cristo crucificado. Al verle debemos exclamar: no entiendo por qué permites que esto o lo otro me suceda, pero no dudo de tu amor por mí, porque más valioso que este milagro que te pido es el hecho de que Tú hayas muerto por mí para perdonar mis pecados y abrirme las puertas del cielo.
Y si esto nos sucede con Cristo, también puede pasarle a los demás, no sólo viéndole a Él crucificado, sino viéndonos a nosotros mismos cuando estamos sufriendo y, a pesar de eso, no nos desesperamos, no nos amargamos, no nos alejamos de Él y es de Él de quien sacamos las fuerzas para seguir luchando, para perdonar, para volver a empezar, para amar incluso a quien no se lo merece porque nos ha hecho o nos está haciendo daño.
De ese modo, nuestro sufrimiento se puede convertir en un testimonio que atraiga, no hacia nosotros, sino hacia Cristo, porque, como dijo San Pablo: "Todo lo puedo en aquel que me conforta". Este es el mejor ejemplo que podemos dar a los de nuestra familia cuando están lejos de Dios.
Propósito Semanal
Contempla al Crucificado, dale las gracias por su amor y déjate atraer por Él.
Únete a Él en tu propia cruz para ser testigo de que con Cristo se puede ser feliz incluso cuando se está sufriendo.
Oración sobre las ofrendas
Señor, que nos limpie de toda culpa este sacrificio, el mismo que, ofrecido en el ara de la cruz, quitó el pecado del mundo. Por Jesucristo
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Sal 35, 8
Cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.
Oración después de la comunión
Alimentados en tu sagrado banquete, te pedimos, Señor Jesucristo, que lleves a la gloria de la resurrección a los que has redimido mediante el leño vivificadora de la Cruz. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Misa completa u Homilías de los Franciscanos de María:
● La misa de Hoy (en español)
● Franciscans of Mary (en inglés)
Sobre el Padre Santiago Martín FM
Sacerdote y escritor español, nacido en Madrid en 1954. Estudió Biología, Teología Moral y Periodismo y fue consultor del Pontificio Consejo para la Familia.
Es fundador de los Franciscanos de María, una familia espiritual católica integrada por laicos, religiosas y sacerdotes que está presente en 60 países y fue aprobada por la Santa Sede en 2007. El carisma de esta familia religiosa es el agradecimiento.
Además es autor de más de 31 libros publicados en diversas editoriales.
Sobre las imágenes
Las imágenes que acompañan las lecturas pertenecen a Biblias iluminadas, es decir, ilustradas, del siglo XV. Todos las semanas en la sección Evangelio comentado publicaré una imagen diferente con cada lectura dominical del Ciclo para poder admirar su belleza.