En la Biblia podemos encontrar las alianzas que hizo Dios con el hombre a través del tiempo.
En el Antiguo testamento encontramos la antigua alianza hecha por Dios Padre y en el Nuevo testamento encontramos la nueva alianza que fue hecha por Dios Hijo, o sea Jesucristo
La antigua alianza era el pacto entre Dios y Abraham y entre Dios y Moisés.
La alianza realizada por Dios con Abraham era constituir un pueblo para que recibiera su revelación ya que quiere establecer una alianza con el hombre manifestándole su amor y teniendo compromisos con él, siendo esto un acto de pura benevolencia, animando de esta forma al hombre a practicar las virtudes.
Dios realiza un contrato con Abraham prometiéndole la tierra de Canaán a condición de que camine con rectitud ante el Eterno y utilizando como signo de esta alianza la circuncisión.
La alianza realizada por Dios con Moisés es una renovación de la realizada con Abraham y la realiza en el Sinaí.
El pueblo entero se comprometió a cumplir las órdenes divinas y Dios reiteró las promesas hechas a Abraham.
El arca de la alianza era un cofre realizado en madera que constituía el signo material de la alianza hecha por Dios con Moisés, y allí se guardaban las tablas de los 10 mandamientos.
También Dios realizó una alianza con Noé cuyo signo fue el arco iris.
Finalmente la Nueva Alianza, que no está escrita en tabla de piedra pero sí en los corazones de los hombres, fue realizada por Jesucristo cuando en la víspera de su muerte dijo en la última cena que su sangre era "la nueva alianza derramada para muchos".
El pacto establecido en el Sinaí era la imagen de lo que realizó Jesús, en quien las promesas hechas a Abraham y la profecía de Jeremías sobre la nueva alianza fueron cumplidas.