La Virgen de Nuestra Señora de Beauraing se apareció a cinco niños llamados Fernanda, Gilberto y Alberto Voisin de 15, 13 y 11 años respectivamente, y Andrés y Gilberto Degeimbre de 14 y 13 años. Los hechos ocurrieron en Bélgica, en un pequeño pueblo llamado Beauraing, quince años después de su aparición en Fátima.
La Virgen María se le apareció a los niños treinta y tres veces durante el período del 29 noviembre de 1932 al 3 de enero 1933. Ella, el día 21 de diciembre les informó a los niños que era la Virgen Inmaculada y se mostró con su corazón en forma resplandeciente y de color dorado.
El día de la última aparición le dijo uno de los niños, Andrés, que ella era la Madre de Dios y la Reina del Cielo .
Durante la última aparición 25,000 personas, entre ellas ciento quince médicos, vieron caer en éxtasis a los cinco niños.
Un decreto del Santo Oficio de fecha 7 diciembre 1943 concedió el obispo de Namur "la facultad de llevar con libertad su juicio sobre la causa de Beauraing".
El 19 febrero 1943, Monseñor Charue autorizaba oficialmente el culto a Nuestra Señora de Beauraing, reservándose, sin embargo, su decisión sobre los hechos en sí.
Por fin, el 2 julio de 1949, después de haber firmado un decreto declarando milagrosas las curaciones de dos mujeres a quienes los médicos habían desahuciado y a las que había salvado la intercesión de Nuestra Señora de Beauraing, Monseñor Charue escribió en una carta dirigida a su clerecía lo siguiente:
"Podemos, con toda serenidad y prudencia, afirmar que la Reina del Cielo se apareció a los niños de Beauraing durante el invierno de 1932 - 1933, especialmente para dirigirnos desde su corazón maternal un angustioso llamamiento a la plegaria, y prometernos su poderosa mediación en la conversión de los pecadores"
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