DEFINICIÓN Y EXPLICACIÓN BREVE SOBRE LA ESTIGMATIZACIÓN DEL CUERPO
¿CUÁLES SON LAS CARACTERÍSTICAS MÁS COMUNES DE LAS PERSONAS ESTIGMATIZADAS?
La estigmatización es la impresión sobre el cuerpo de una persona (a la que se llama estigmatizada) de señales más o menos claras relacionadas con las llagas del Salvador, o alguna veces con la Cruz o con la Santa Hostia.
Este fenómeno, que puede ser reconocido exteriormente, está muy a menudo en relación con una vida mística muy profunda y una santidad extraordinaria.
El caso más conocido en el pasado es el de San Francisco de Asís: se puede atestiguar en el momento de su muerte, en el año 1226, que llevaba en las manos, los pies, y en el costado izquierdo marca sangrientas o sanguinolentas, que semejaban su cuerpo al de Cristo crucificado.
Algunas personas estigmatizadas han sido elevadas a los altares, y en algunos casos, la Iglesia ha permitido introducir en el relato litúrgico de sus vidas una mención al hecho de su estigmatización. Este es el caso, por ejemplo, de Santa Catalina de Siena.
Otras veces, por el contrario, la Santa Sede se ha reservado su juicio sobre el carácter del estigmatización, aún reconociendo la santidad del personaje, como lo ha hecho con el caso de Santa Gema Galgani.
En los estigmatizados se da generalmente el derramamiento de sangre.
La palma de la mano y la parte superior del pie presentan vesículas sanguinolentas, o por lo menos una piel fina a través de la cual se transparenta la sangre.
Ordinariamente, estas señales se presentan como una cicatriz desgarrada, y en determinadas fechas, al contrario, dejan brotar la sangre.
Puede uno entonces preguntarse si la estigmatización es de un origen natural o preternatural.
Es necesario asegurarse de la materialidad del hecho y excluir toda duda de superchería, provenientes del mismo estigmatizados o de otras personas. Los casos de simulación no son inauditos.
La inquisición romana ha encontrado algunos estigmatizados falsos en los siglos XV y XVII, donde además de motivos de interés material pueden darse otras razones para la simulación, como por ejemplo personas que sólo quieren llamar la atención o hacerse famosos.
En los estigmatizados que venera la Iglesia se puede comprobar que los fenómenos exteriores van acompañados de virtudes cristianas que llegan hasta el heroísmo.
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