EN FRANCIA SE PROHÍBE LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA
Comentario del Padre S. Martín FM (Franciscanos de María)
sobre la actualidad de la Iglesia durante esta semana.
El miércoles, el Papa tuvo que ir al hospital para hacerse un TAC, como en noviembre, a fin de descartar si la bronquitis que lleva tanto tiempo padeciendo había derivado en neumonía. Aunque no se ha informado del resultado de la prueba, el hecho de que el jueves haya recuperado su agenda de trabajo significa que su salud es la normal para su edad.
Una vez más, quiero pedir oraciones por el Papa; es el vicario de Cristo y le debemos obediencia y respeto. Es un anciano de 87 años que lleva en sus espaldas la responsabilidad de una Iglesia con 1.300 millones de fieles y si eso es agotador, en cualquier caso, en este momento lo es más.
Insisto en que tenemos que rezar por el Papa. Como él dice con humor, por él y no contra él. Rezar por él es un deber de caridad y de humanidad.
- SITUACIÓN EN FRANCIA Y LA IMPORTANCIA DE LA VIDA
Junto al sobresalto por la salud del Pontífice, en un momento en el cual está en el aire lo que pueda suceder en Alemania, lo que más me ha preocupado y dolido ha sido la inclusión en la Constitución francesa del aborto como un derecho.
Monseñor Aupetit, el que fuera arzobispo de París obligado a dimitir por una acusación que se demostró falsa, no ha dudado en afirmar que su país se ha convertido en un Estado totalitario, entre otras cosas porque se prohíbe la objeción de conciencia de los médicos, lo cual les obliga a realizar abortos. Aupetit sabe de lo que habla, pues antes de ser sacerdote ejerció la medicina y por eso ha denunciado que eliminar la objeción de conciencia de los médicos convierte al país que lo hace en una dictadura.
El hecho de que Francia haya dado este paso es especialmente grave, por el peso que tiene ese país en el conjunto de Europa y porque abre un camino que será seguido por otros. Además, modificar la Constitución es mucho peor que aprobar una ley, pues ésta puede ser modificada o abrogada por otro Gobierno, pero para suprimir de la Constitución lo que en ella se ha introducido se necesita una mayoría cualificada que será muy difícil de obtener en el futuro.
- IMPORTANCIA DEL MAL MENOR EN LAS ELECCIONES
Eso nos lleva, una vez más, a la teoría del mal menor. Macron fue elegido con los votos de muchos católicos practicantes (aunque ya no hay tantos en Francia) que no querían apoyar a Marine Le Pen.
A la vista de lo que está haciendo Macron con sus votos, me imagino que se habrán planteado si se equivocaron o acertaron. Que una persona como monseñor Aupetit diga que Francia se ha convertido en una dictadura es muy significativo y que se haya llegado a eso con el voto de muchos católicos practicantes es una gran responsabilidad histórica.
- DEFENSA DE LOS PRINCIPIOS IRRENUNCIABLES
El caso de Francia, por otro lado, no es único. En México o Estados Unidos se está en vísperas electorales, más o menos próximas. Desde mi punto de vista, ningún candidato cumple las condiciones que un católico necesita encontrar en un político para confiarle su voto. Sin embargo, aunque el mal menor y el mal mayor a veces no estén tan distantes, siguen siendo válidos los tres principios irrenunciables que enunció Benedicto XVI: la defensa de la vida desde la concepción a la muerte natural, la defensa de la familia entendida como la unión de un hombre y una mujer abierta a los hijos y la defensa del derecho de los padres a decidir sobre la educación de sus hijos.
De estos tres, el principal es el primero. Más de la mitad de las muertes anuales en el mundo se producen como consecuencia del aborto, lo cual indica la gravedad del problema. Por eso, cuando ningún candidato es bueno, no queda más remedio que elegir al menos malo y el criterio de la defensa de la vida debe prevalecer sobre los demás. Por desgracia, la pregunta que, en muchos países, un católico debe hacerse hoy al votar no es "qué político defiende más la vida", sino "qué político la maltrata menos".
Ciertamente, hay muchas otras cuestiones, como la inmigración, el orden público, la justa distribución de los bienes o la buena marcha de la economía, pero nada es tan importante como esos tres principios innegociables, de los cuales el principal es el primero, porque si no hay vida no tiene sentido hablar de justicia social o de cualquier otra cosa. Creo que lo que ha ocurrido en Francia debe servir de lección a todos los católicos del mundo para no distraerse con otro tipo de promesas -que con frecuencia son falsas- y elegir el bien mayor cuando se puede o el mal menor cuando no hay más remedio, teniendo como clave decisiva la defensa de la vida.
- Sobre el Padre Santiago Martín FM:
Sacerdote y escritor español, nacido en 1954. Estudió Biología, Teología Moral y Periodismo. Fundador de los Franciscanos de María, una familia espiritual católica aprobada por la Santa Sede en 2007 cuyo carisma es el agradecimiento.
La foto que ilustra la nota no tiene relación con el texto. Todas las semanas en la sección Noticias publicaré una foto diferente de catedrales, iglesias y atrios para poder admirar su belleza