EL DICASTERIO PARA LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS Y EL PAPEL DEL PAPA
Comentario del Padre S. Martín FM (Franciscanos de María)
sobre la actualidad de la Iglesia durante esta semana.
- EL PAPEL DEL PAPA DE ROMA REINTERPRETADO
El Dicasterio para la Unidad de los Cristianos ha publicado este jueves un documento, titulado "El Obispo de Roma", en el que se anuncia la posibilidad de reinterpretar la función del Papa, tanto de cara a la relación con los hermanos separados, como hacia el interior de la Iglesia católica.
Ante todo, hay que decir que este documento no es un estudio teológico sobre cómo debe ser el Papado, pues eso le correspondería hacerlo a Doctrina de la Fe, sino un resumen del diálogo ecuménico en los últimos años.
También hay que recordar que el cardenal que ha dirigido este Dicasterio desde al año 2010 y que ha supervisado este documento, Kurt Koch, fue nombrado por el Papa Benedicto XVI y es un teólogo identificado plenamente con el pensamiento del Papa alemán; está considerado uno de los pocos conservadores que quedan en la Curia vaticana y fue el único cardenal que acompañó al secretario de Benedicto, Ganswein, en la misa del aniversario por la muerte de ese Pontífice, que se celebró en el Vaticano. Además, ha criticado reiteradamente el Sínodo alemán y no es sospechoso en absoluto de ninguna veleidad herética.
- EL LÍDER QUE REPRESENTA A TODOS
Lo que el documento dice, más allá de algunos titulares sensacionalistas, es que la Iglesia ortodoxa, la Iglesia armenia, la Iglesia copta y las comunidades eclesiales que no pueden considerarse propiamente Iglesias (luteranos, anglicanos, etc), han visto la necesidad de que haya una cabeza común a todos los que confiesan la divinidad y la humanidad de Cristo y que ese líder que los represente a todos sea el Papa de Roma.
Aunque está por definir el papel de ese tipo de liderazgo, todo apunta a que se trataría de un cargo honorífico, una especie de "primus inter pares" que, como mucho, tendría la función de dirimir contiendas teológicas, convirtiéndose en una especie de Tribunal Supremo al que apelarían las partes implicadas, tal y como ocurrió durante el primer milenio de nuestra historia.
Pero, hablando del primer milenio, no hay que olvidar que en esa época ya hubo un cisma con los ortodoxos -que se solucionó- y que se produjo la ruptura con los nestorianos jacobitas, primero, y luego con los coptos y los armenios, a propósito de la naturaleza de Cristo. Es decir, que tampoco se puede idealizar la figura del Papa en esa época, pues para partes importantes de la cristiandad su misión como "última palabra" en los debates teológicos no tuvo ninguna importancia.
- 3 FUNCIONES DEL PAPADO Y LA REALIDAD ECUMÉNICA
Para posibilitar esta función honorífica del Papado sobre el conjunto del cristianismo, se distinguirían en él tres funciones: Papa para todos, patriarca para los católicos y obispo para los romanos.
Como patriarca de lo que se ha llamado hasta ahora Iglesia católica, el Papa seguiría teniendo la jurisdicción universal, pero interpretada en modo sinodal, es decir acogiendo las opiniones de las Conferencias Episcopales y de otras instancias representativas del pueblo de Dios.
Todo esto llevaría a reinterpretar lo aprobado en el Concilio Vaticano I, no para modificar las condiciones que se necesitan para definir un dogma de fe -entre las cuales está la consulta al Episcopado-, sino para entender y aplicar lo que significa ser el obispo universal, con capacidad de jurisdicción, para la Iglesia católica. Está por ver lo que eso implicaría sobre puntos tan sensibles como el nombramiento de obispos o la concesión a las Conferencias Episcopales de mayor libertad para modificar tanto el dogma como la moral, la liturgia o el derecho canónico.
Dicho esto, vamos a la realidad. El ecumenismo está en sus horas más bajas desde el Vaticano II. Por un lado, las comunidades eclesiales (léase Iglesias protestantes), se han separado cada vez más de la Iglesia católica por su deriva en cuestiones morales, como la aceptación del aborto, del sacerdocio y episcopado femenino, del matrimonio homosexual y del sacerdocio de los homosexuales practicantes. Además, algunas de estas cuestiones, como la de la homosexualidad, han fragmentado a esas comunidades, que van camino de la inexistencia en los países donde surgieron. Por lo tanto, de muy poco puede servir un Papado honorífico si el cargo también honorífico que ocupa el primado anglicano, por ejemplo, no ha evitado que los anglicanos se rompan y se dirijan hacia la irrelevancia.
Con respectos a los orientales (ortodoxos, armenios, coptos, jacobitas), la situación está peor que nunca, tanto por motivos políticos (la guerra en Ucrania) como por las reacciones que en esas Iglesias se han producido tras la aprobación de "Fiducia supplicans", sobre la bendición a las parejas homosexuales. Tampoco parece, por lo tanto, muy prometedora y eficaz la figura de un Papado entendido como Tribunal Supremo cuando en esas Iglesias se sospecha que los católicos nos estamos deslizando hacia la herejía.
Con respecto al papel del Papa dentro de la Iglesia católica, por mucho que se hable de sinodalidad, diálogo y escucha, el papel de los obispos, según muchos analistas, se está reduciendo al de un alto cargo de una multinacional, que puede ser removido cuando el presidente de la misma lo decide.
Tanto los casos de destitución -los obispos de Arecibo y Tayler, por ejemplo-, como la eliminación, por un lado, de la posibilidad de aprobar asociaciones de fieles o institutos religiosos y, por otro, de tener la última palabra a la hora de discernir si una aparición del Señor o de la Virgen es verdadera o falsa, van en la línea de recortar las atribuciones del obispo como sucesor de los apóstoles en su diócesis.
Además, la escucha a las Conferencias Episcopales, que están integradas por obispos nombrados por el Papa, podría convertirse en algo parecido a la escucha a los consejos parroquiales cuando éstos están formados por personas elegidas por el párroco.
- LA IMPORTANCIA DE LA PRIMACÍA DE JESUCRISTO
Habrá que esperar, por lo tanto, a ver cómo se concreta lo publicado en el Dicasterio para el ecumenismo y eso dependerá sobre todo de Doctrina de la Fe.
Mientras tanto, sería útil que se recordara que, como dice ese documento, la verdadera primacía en la Iglesia no la tiene el Papa, sino que la tiene Jesucristo, la tiene la Revelación, que nos viene dada tanto por la Palabra de Dios como por la Tradición.
Traicionar a la una y a la otra sólo servirá, como ha sucedido en el pasado, para provocar nuevas divisiones en lugar de para unirnos más.
- Sobre el Padre Santiago Martín FM:
Sacerdote y escritor español, nacido en 1954. Estudió Biología, Teología Moral y Periodismo. Fundador de los Franciscanos de María, una familia espiritual católica aprobada por la Santa Sede en 2007 cuyo carisma es el agradecimiento.
La foto que ilustra la nota no tiene relación con el texto. Todas las semanas en la sección Noticias publicaré una foto diferente de catedrales, iglesias y atrios para poder admirar su belleza
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