¿POR QUÉ EL SACERDOTE PUEDE PERDONAR LOS PECADOS? ¿CUÁL ES LA FÓRMULA SACERDOTAL?
La absolución es la remisión de los pecados y el levantamiento de las censuras impuestas por la Iglesia, otorgados por el sacerdote en el sacramento de la penitencia.
La Iglesia tiene el poder de perdonar los pecados en virtud de las palabras de Nuestro Señor Jesucristo y lo tiene sin restricción alguna.
El penitente en el sacramento de la confesión debe realizar una contrición, una confesión y una satisfacción o penitencia sacramental.
Y el sacerdote confesor es el encargado de realizar el acto de la absolución luego de imponerle la penitencia al que se confiesa.
Es el momento en el que levanta la mano derecha y dice la fórmula:
"Yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén"
Las palabras de absolución no son una simple fórmula para perdonar pecados sino que es una sentencia para perdonar pecados en nombre de la autoridad judicial del que está revestido el sacerdote, o sea que las palabras de la absolución producen el efecto que expresa su significado, ya que Jesucristo concedió a los apóstoles el poder de perdonar los pecados cuando les dijo:
"A quienes perdonareis los pecados, les serán perdonados"
"Todo lo que atareis sobre la tierra será atado en el cielo".
Jesús se dirige a sus apóstoles como jefes de la Iglesia y como pastores, y como los obispos y los sacerdotes son pastores, tienen el poder permanente de perdonar los pecados desde el mismo momento en que reciben el sacerdocio.
El sacerdote es el único que puede conceder la absolución sacramental.
Cuando vas a confesarte es muy importante que antes hagas un buen exámen de conciencia para procurar no olvidarte de ningún pecado no sólo de obra, sino también de omisión, así de este modo, cuando el sacerdote te da la absolución sentirás realmente una paz y una emoción que no se pueden comparar con nada: ¡Jesús te ha perdonado!