SIN AMOR NO SOMOS NADA
Comentario del Padre S. Martín FM (Franciscanos de María)
sobre la actualidad de la Iglesia durante esta semana.
- EL VIAJE DEL PAPA A ASIA Y OCEANÍA
El viaje del Papa a Asia y Oceanía ha terminado. El más largo de su pontificado y, seguramente, el más cansado. Un viaje que tiene el mérito no sólo de la distancia recorrida, sino del hecho de que Francisco lo haya llevado a cabo en el filo de los 88 años.
Al margen de lo que cada uno opine sobre la forma en que está ejerciendo su misión de vicario de Cristo, hay que reconocerle ese esfuerzo y la valentía que demostró para correr el riesgo. También hay que reconocer que su salud es lo suficientemente buena y, salvo sorpresas, no está para tirar la toalla, ni mucho menos. No hubiera hecho el viaje si los médicos no se lo hubieran permitido, pero el riesgo existía y el resultado ha valido la pena.
Los católicos de los países visitados han sido conscientes del esfuerzo que hacía el Pontífice para ir a verlos y han correspondido a ese esfuerzo volcándose, en mayor o menor medida, con él. La misa en Dili, la capital de Timor Oriental, fue realmente masiva, y en los demás sitios también fue numerosa la participación.
En cuanto a los mensajes, no han sido excesivamente originales y, para mi gusto, hubiera sido necesario una mayor y mejor manifestación explícita de Jesucristo. Lo que menos me gustó fue la "no bendición" en Indonesia, por mucho que el diálogo con los musulmanes aconsejara hacerlo así; creo que hay cosas que, o se hacen bien, o no se hacen.
Me quedo con la frase del último acto celebrado en Singapur: Sin amor no somos nada. Tiene el eco evidente del texto de San Pablo a los Corintios y también de la carta de San Juan. Estoy seguro de que en esta frase se sentirán representados todos los católicos, de todas las tendencias.
El problema surge cuando se quiere aclarar qué significa el amor. Cuando nuestro Señor estaba siendo juzgado por Pilato, la conversación concluyó con la respuesta irónica del gobernador romano -"¿Y qué es la verdad?"- ante la afirmación de Jesús de que Él había venido a dar testimonio de la verdad y que todos los que son y buscan la verdad escuchan su voz. Era la respuesta de un cínico que actuó como tal, entregando a la muerte a un inocente a sabiendas de que lo era. La voz del pueblo pudo más que su conciencia.
Ahora sucede lo mismo. Podemos decir que Dios es amor y todos los católicos estaremos de acuerdo, pero a continuación surge la pregunta: ¿Y qué es el amor? Las respuestas son tan variadas como los intereses de los que las dan.
Para unos, por ejemplo, el concepto de amor se identifica con las pasiones e incluso con las pasiones desatadas; así, tener relaciones sexuales se denomina "hacer el amor" y matar a un anciano o a un enfermo lo consideran "muerte por compasión".
Para otros, el amor, lo mismo que la verdad, debe escribirse con mayúscula, porque ambos no son conceptos sino que son una persona, una misma persona. Cristo es la Verdad y Cristo es el Amor. Por eso, mientras unos en la Iglesia miran al mundo para que les defina qué es la verdad y en qué consiste amar, otros miramos al Señor porque sabemos que sólo Él es la verdad plena y el amor verdadero.
- REFLEXIONES SOBRE LA IGLESIA Y EL EJEMPLO DE SAN FRANCISCO
Sin amor no somos nada, y es verdad. Pero, si la duda del cínico Pilato sobre la naturaleza de la verdad llevó a Cristo al Calvario, hoy la duda sobre la naturaleza del amor está llevando a la Iglesia, el Cuerpo Místico de Cristo, a otro tipo de calvario. Por eso es imprescindible aclarar que cuando hablamos de amor hablamos de Cristo y no hay que tener miedo a decirlo, incluso ante los que no creen en Él.
San Francisco, cuando fue a la quinta cruzada que sitió y conquistó Damieta, en Egipto, en 1218, no lo hizo para apoyar a los soldados cristianos, sino para convertir a los musulmanes sin recurrir a la violencia; armado sólo con su pobreza y su fe, entró en el campamento enemigo y, ante el sultán, predicó a Jesucristo, sabiendo que se estaba jugando la vida al hacerlo. La valentía de aquel "poverello" impresionó tanto al líder musulmán que no sólo le perdonó la vida sino que le permitió viajar a Jerusalén y desde entonces los franciscanos son los custodios de los Santos Lugares.
- LA REVELACIÓN Y SU INTERPRETACIÓN
Para los seguidores de Cristo, la Revelación está terminada y su interpretación no puede nunca ir contra lo que enseñó y practicó Nuestro Señor. Para los seguidores de la nueva Iglesia, Cristo es una voz más entre tantas y la Revelación coincide con lo que opina el mundo y, si no coincide con lo que enseña Cristo, peor para Él.
Por eso, los católicos creemos en el amor que es Dios y los de la nueva Iglesia creen en otro tipo de amor que permite someterse a los instintos y justificar lo injustificable. Sin amor no somos nada, como bien ha dicho el Papa en Singapur. Pero esto sólo es verdad si hablamos de Cristo cuando hablamos de amor.
No debemos tener miedo a decirlo explícitamente, aunque con respeto. Esto fue lo que hizo San Francisco y eso es lo que han hecho miles de misioneros, gracias a los cuales el Papa se ha podido reunir con tantos católicos en este largo viaje.
- Sobre el Padre Santiago Martín FM:
Sacerdote y escritor español, nacido en 1954. Estudió Biología, Teología Moral y Periodismo. Fundador de los Franciscanos de María, una familia espiritual católica aprobada por la Santa Sede en 2007 cuyo carisma es el agradecimiento.
La foto que ilustra la nota no tiene relación con el texto. Todas las semanas en la sección Noticias publicaré una foto diferente de catedrales, iglesias y atrios para poder admirar su belleza
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