COMO TENER FE EN DIOS
SEGÚN LA BIBLIA
La fe supone un esfuerzo de nuestra razón, y también una especie de abandono, de acto de humildad ante la grandeza divina y, como su nombre en latín lo indica (fides), un acto de fidelidad, es decir de constancia en la confianza en Dios..
La certeza científica está al alcance de nuestras posibilidades humanas.
Entre la satisfacción del sabio y la fe, serenidad y sostén del cristiano, hay una frontera, la que separa el Reino de Dios del mundo de los hombres.
Para saber que el agua está compuesta de hidrógeno y oxígeno sólo necesitamos la ciencia.
Pero cuando se trata de Dios y del misterio, la ciencia no basta.
Podemos, ciertamente, con la ayuda de nuestra razón, establecer que es necesario que Dios exista, que es imposible que no exista. Eso es todo.
No podemos ni definir verdaderamente a Dios, ni razonar sobre su bondad o su pensamiento, o su justicia, sin la ayuda de la fe, es decir sin la ayuda de Dios, que escapa por definición a nuestras definiciones.
Virtud del pueblo elegido, la fe, base de toda adhesión, se ha convertido en cierto modo en la virtud número uno del cristiano.
Para el que cree, el horizonte no debe limitarse a lo que se puede ver con los ojos o tocar con las manos: hay algo más, otro mundo, el espacio vital de Dios.
El creyente está, por decirlo así, elevado sobre la tierra; es el sentido de la palabra de Jesús:
"El que cree, posee la vida eterna".
El Evangelio proclama repetidamente la absoluta necesidad de la fe para obtener la salvación.
La fe no puede obtenerse por los medios puramente humanos, hace falta, para obtenerla, la ayuda de Dios.
Y sabemos que Dios concede su gracia a todos los hombres:
"Nadie puede venir a mí si mi Padre que me ha enviado no lo atrae".
Los milagros no son suficientes para dar la fe. Así es como no todos los que veían a Jesús curar a los enfermos, resucitar muertos o multiplicar panes se convertían en creyentes.
Y en cambio otros iban a Jesús sin haber visto nada y creían.