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10º PRUEBA: El poder de la resurrección de Jesús y la acción del Espíritu Santo
Continúo en este artículo con la décima y última de las diez razones o pruebas, explicadas de forma fácil de entender y detalladas, sobre por qué los católicos decimos que Jesús es Dios y no un hombre común que fue un visionario, un pacífico o simplemente "un buen hombre".
El décimo y último argumento en la divinidad de Cristo es la fe que tuvieron los que fueron testigos de la resurrección.
La resurrección de Cristo es el argumento definitivo, y esa resurrección fue la que les convenció de que Dios estaba con Él, respaldando sus pretensiones de divinidad, a pesar del escándalo que para ellos supuso la muerte de Nuestro Señor en la Cruz. Pero, dicho así, parece una cosa fácil de conseguir y no lo fue en absoluto.
Para un judío era impensable e incluso blasfemo al grado máximo imaginar que Dios pudiera hacerse hombre. Eso suponía para ellos un escándalo mayor que violar la ley del sábado o la de la prohibición de determinados alimentos. No hubiera sido ningún problema aceptar a Cristo como profeta, pero como Dios hecho hombre era algo que excedía todos los límites. Más aún, confesar la divinidad de Cristo implicaba correr la misma suerte que había seguido el Señor y ser acusados de blasfemos; de hecho, San Esteban muere porque confiesa esa divinidad y San Pablo es enviado a Damasco para hacer prisioneros y llevar a Jerusalén a fin de que fueran castigados todos los que dijeran que Jesús era Dios.
Fue la resurrección del Señor y la acción del Espíritu Santo la que les llevó a dar el paso de ser seguidores del "hijo del hombre" a ser seguidores del "Hijo de Dios".
Pagaron con la persecución e incluso con su vida la confesión de esa divinidad y ésa es precisamente una prueba de que Cristo era Dios; no sólo nadie inventa una mentira para ser torturado por ella, sino que nadie se la cree si la ha inventado hasta el punto de que no le importe lo que le pueda pasar por confesar algo que sabe que es falso.
Esos mismos testigos no sólo confiesan que Cristo está vivo (también resucitó Lázaro y nadie dijo que Lázaro fuera Dios), sino que confiesan y proclaman que el Cristo que murió y resucitó es Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado y no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho.
- LAS 10 PRUEBAS QUE DEMUESTRAN LA DIVINIDAD DE CRISTO
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La propia resurrección de Cristo es la prueba definitiva de su divinidad
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Su testimonio
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Los milagros que hacía
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La muerte en la cruz
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Su poder sobre la muerte
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La conciencia que el propio Cristo tenía de ser Dios
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El motivo por el cual Jesús fue condenado a muerte
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El poder que tenía sobre los demonios
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La calidad de sus enseñanzas
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La fe de los que fueron testigos de la resurrección (éste artículo)
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¿Ya leíste el CREDO y los MANDAMIENTOS explicados con detalle?