¿POR QUÉ DEBEMOS PEDIR PERDÓN A DIOS POR NUESTROS PECADOS?
Tener el perdón de Dios es un don y un regalo que tiene relación con la misericordia divina.
Dios es misericordia y nos perdona, incluso aunque no le pidamos perdón.
Pero para que ese perdón divino llegue a nosotros debemos pedírselo.
Si no lo hacemos, aunque Él ya nos ha perdonado, nosotros estaremos impidiendo que su perdón nos alcance y nos salve.
Por lo tanto, el hecho de que nosotros pidamos o no pidamos perdón a Dios no influye en su misericordia, porque nosotros no podemos condicionar a Dios con nuestro comportamiento, porque eso implicaría que, de alguna manera, Dios depende de nosotros.
- EJEMPLO PARA ENTENDER MEJOR:
Es como si alguien (Dios) te da un regalo (perdón) y te lo envía con un mensajero (el sacerdote cuando te da el perdón representando a Cristo).
El regalo (perdón) ya salió de él (Dios), pero para que tú lo recibas debes firmar el recibo (pedir perdón) que te ofrece el mensajero (sacerdote) antes de darte el regalo (el perdón de Dios).
Si no firmas (pedir perdón), el mensajero (sacerdote) no te da el regalo (el perdón de Dios), o sea que lo rechazaste
Por eso es tan importante tener conciencia de lo que es bueno y lo que es malo, pues no podremos recibir el perdón que Dios nos da si no pedimos perdón y no podremos pedir perdón si no somos conscientes de que hemos hecho el mal.
La pérdida de la conciencia de pecado no nos lleva a no pecar, sino a pecar sin ser conscientes de que lo hacemos, con lo cual nos hacemos daño a nosotros mismos y hacemos daño a Dios y al prójimo, sin ni siquiera tener propósito de enmienda y sin poder recibir de Dios un perdón que no sólo no solicitamos sino que incluso consideramos que no necesitamos.
Formar rectamente la conciencia, distinguir el bien del mal, es la base de una vida feliz en la tierra y nos da la posibilidad de recibir del Señor el regalo de poder estar con Él en el cielo.