¿POR QUÉ SE DA LA EXCOMUNIÓN A UN MIEMBRO DE LA IGLESIA CATÓLICA?
FINALIDAD Y PRIVACIONES
La excomunión es la más grave de todas las penas eclesiásticas: excluye totalmente de la comunión de la Iglesia al cristiano culpable, es decir, lo echa fuera de la sociedad de los fieles.
Este echar fuera de la Iglesia tiene por finalidad corregir a los sujetos rebeldes y, por lo tanto al aislarlos, preservar a los demás del peligro de contagio.
Sin embargo, la excomunión, como todas las censuras, no priva de por sí a aquel a quien se inflige de los bienes interiores y personales, como la fe, la caridad, la gracia, el mérito.
Pero en cambio el excomulgado está privado de los bienes espirituales dispensados por la Iglesia, salvo la penitencia
De este modo un sacerdote excomulgado conserva el poder de orden que ha recibido, aunque esté prohibido administrar los sacramentos, salvo en caso de necesidad, como por ejemplo, que este sacerdote podría administrarle Extremaunción a un moribundo si no fuera posible acudir a otro sacerdote.
La excomunión supone un pecado mortal, pero no lo constituye en sí.
Un excomulgado muerto sin haber dado señales de penitencia debe ser privado de sepultura eclesiástica.
Antiguamente se prescribía a los fieles el romper toda comunicación con los excomulgados.
Una anécdota célebre muestra al rey de Francia Felipe I, que fue excomulgado por haber rehusado romper su unión criminal con Bertrade de Montfort, que le dice melancólicamente a ella cuando oía repicar las campanas de la ciudad de la cual se alejaba:
"Oye como nos echan"
En las ciudades donde residía un rey excomulgado no se celebraban los oficios ni se tocaban las campanas