¿QUÉ ES LA HIPOCRESÍA? EJEMPLOS
La palabra hipocresía tiene su origen en una raíz griega que significa opinión en secreto.
Por lo tanto hipocresía significa el vicio del que adopta la apariencia del virtuoso, cuando en su interior reina la maldad.
Toda hipocresía es fingimiento, aunque no todo fingimiento es hipocresía, ya que el fingimiento es una mentira expresada, no en palabras, sino con actos externos.
Por ello, San Isidoro, compara al hipócrita con el comediante que se pinta la cara.
Jesús nos enseña que no es correcto ser hipócrita, ya que comparaba a las personas hipócritas, entre otras cosas, con sepulcros blanqueados que por fuera son magníficos pero que por dentro están llenos de huesos y de podredumbre, tal como leemos en Mateo 23:27
"¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia."
En el capítulo 23 de Mateo del versículo 13 al 36 pueden encontrar todos los dichos de Jesús sobre la hipocresía.
La hipocresía no afecta solamente a la falsa devoción y a la falsa piedad, sino que puede afectar también a los sentimientos de caridad, de probidad, de patriotismo, etc.
- ¿CUÁNDO LA HIPOCRESÍA NO ES PECADO?
La hipocresía, como la mentira, es un pecado, una falta grave, aunque no siempre es pecado mortal, pues en este dominio puede haber materia leve.
Por ejemplo, no hay pecado si hice una promesa de practicar actos de virtud y, a pesar de luchar mucho, no lo consigo por debilidad, vicio o lo que fuera.
Y tampoco ando por allí aparentando, mostrándome superior, diciendo que fácilmente conseguí hacer dichos actos de virtud cuando en realidad no pude.
- ¿CUÁNDO LA HIPOCRESÍA SE CONVIERTE EN PECADO MORTAL?
Para que exista pecado grave de hipocresía, es necesario que haya intención de engañar, sería algo así como "Haz lo que yo digo pero no lo que yo hago", o sea me muestro de un modo ejemplar pero soy completamente diferente a esa persona que vendo.
La forma más grave de hipocresía es la de hacer profesión externa de irreligión, cuando interiormente se teme a Dios.
Por ejemplo, digo que soy ateo porque mis amigos lo son, pero después voy a la Iglesia a pedirle favores a Dios, o rezo el Rosario.
El que así obra es todavía más indigno de la misericordia divina