Qué nos enseña el misterio de la Santísima Trinidad? Importancia de la diversidad y la unidad

Publicado junio 03, 2023 y escrito por Laura

¿CÓMO DEBE VIVIR UN CATÓLICO LA UNIDAD DIVERSIDAD?

La Santísima Trinidad nos enseña algo muy importante para nosotros: cómo llevar a la práctica lo que rezamos en el Padrenuestro, cuando le pedimos a Dios que se haga su voluntad "en la tierra como en el cielo".

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La Santísima Trinidad nos enseña que en la tierra debemos vivir tal como vive Dios en el cielo, y el dogma de la Santísima Trinidad nos indica cómo es esa vida:

Hay dos características esenciales de la vida en el cielo:

1. la unidad: porque Dios es uno

2. la diversidad: porque Dios es uno, pero a la vez ese único Dios son tres personas distintas.

O sea, porque es un solo Dios, es unidad; pero como son tres personas distintas, es diversidad, y ese equilibrio entre unidad y diversidad nos enseña cómo debemos vivir en la tierra para imitar la vida del cielo.

• ¿CÓMO DEBEMOS VIVIR LA UNIDAD EN LA TIERRA?

Por la unidad, para evitar la ruptura, hemos aprendido a ceder antes que romper; hemos aprendido a pedir perdón y a perdonar; hemos aprendido a escuchar y estar atentos a los signos que nos hablan del cansancio y las necesidades del que vive con nosotros; hemos aprendido a volver a empezar, dando a los demás y dándonos a nosotros mismos una oportunidad nueva cada día, etc.

Pero la unidad corre el riesgo de transformarse en uniformidad, en dictadura; por eso hay que equilibrarla con el respeto a la legítima diversidad.

• ¿CÓMO DEBEMOS VIVIR LA DIVERSIDAD EN LA TIERRA?

La legítima diversidad no debe romper la unidad, por ejemplo, un hogar no puede ser ni un cuartel ni un hotel y lo mismo cabe decir de una comunidad religiosa o incluso de la Iglesia.

Respetar la legítima diversidad y ver en ella un don, un enriquecimiento, nos lleva a aceptar que somos distintos.

Evitar que esa diversidad rompa la unidad es, a la vez, esencial para que las diferencias no den paso al caos y a la anarquía. El Padre no pretende despersonalizar al Hijo, ni ambos hacer eso con el Espíritu Santo.

El amor es el vínculo que les une, pues la esencia de Dios es el amor y esa es la naturaleza que comparten, por amor se respetan y por amor se unen.

Y así debemos hacer nosotros, evitando romper la unidad aceptando ceder en todo aquello que no sea esencial.